domingo, 1 de abril de 2018

25 aniversario Estudio de Danza Guillermina de Bedoya versión larga



Nada va más deprisa que los años. Hace 25 iniciamos una aventura, ofrecer el amor por el baile como un sentimiento, como un arte. Ya había recorrido algunos escenarios y me planteé otros caminos que dieran mayor libertad al baile, al arte, no como una imitación, sino como una nueva ilusión.

Mi máxima no era "al baile no se le conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece" y toda su belleza estaba compuesta de tiempo y de paciencia.

Así inicié mi andadura de impulsar un centro de enseñanza donde volcar mis deseos de transmitir, de inculcar, no de reproducir, sino de crear, una libertad de movimientos, un camino no predefinido pero que permitiese el desarrollo de aprender, de la novedad de la alegría. Intentaba transmitir la experiencia de tantos años.

Todo lo que pudiese suceder estaba por crear, pero mi deseo era dejar huellas, provocando la creación artística, como algo necesario en la enseñanza del arte de bailar con la alegría, que cuanto más se gasta, más queda para continuar y seguir.

Trabajando con toda la paciencia que se necesita para bailar.
No es que sea optimista, sino que quería ser optimista, puesto que miraba con ojos nuevos. Todo aquello era nuevo para mi.