Me sentía orgullosa. Mi trabajo, 25 años dirigiendo un estudio de Danza, compartiendo experiencias con muchos profesionales, amigos, familia y alumnos. A todos ellos les debo mucho.
Quería celebrarlo con algo realmente especial y emotivo. Y es ahí donde entró Javier Buckenmeyer.
Qué difícil lo que le pedía, unos 30 minutos en los que resumir la historia de mi estudio y mi vida. Entrevistas a personas que han sido partícipes de esa historia, que nos emocionara y nos alegrara. Un trabajo único para el recuerdo.